EL TERROR A CONTINUAR
Un motivo de consulta recurrente es el estrés postraumático derivado de diferentes causas que van desde la violencia intrafamiliar hasta el secuestro o la violación; a pesar de ser motivo de consulta recurrente, las personas acuden ya tras haber sufrido durante largo tiempo las consecuencias y esto hace que el tratamiento sea más largo y complicado, sin embargo siempre es posible eliminar este tipo de terrores postraumáticos o estrés y lo es más rápido cuando el paciente acude pronto a la consulta.
Pero antes de entrar en materia me gustaría comentar que el trastorno de estrés postraumático (TEPT) es un trastorno psicológico clasificado según el DSMIV dentro de los trastornos de ansiedad, pero este en específico ocurre después de enfrentarse a un suceso en el que peligró la vida del individuo, o bien cuando la persona presencia sucesos graves que le ocurren a otras personas, un ejemplo común es cuando un individuo se enfrenta a la guerra o cuando se sufre de prostitución.
En México, cada vez nos topamos con más personas con TEPT derivadas de la inseguridad que se vive en todo el país ya que cuando no son Estados en donde el narcotráfico o el secuestro reinan, entonces son los robos y violaciones, pero en general el clima de inseguridad no puede pasar por alto a nadie en la actualidad, muchos pacientes llegan a consulta por alguna circunstancia en particular que ellos clasifican como "miedos o inseguridades" pero al indagar en la historia de vida, se trata de este trastorno derivado de un suceso muy antiguo.
Una manera de prevenir que ocurra este trastorno que llega incluso a generar que la persona no salga de su hogar, es que, al momento de suceder el hecho traumático la persona no se duerma de inmediato y no se aísle, yo se que resultará difícil ello, ya que la tendencia natural es a no hablar, aislarse y dormir, pero paradógicamente, lo que previene de padecer este trastorno es hablar los hechos una y otra vez, no dormir de inmediato sino dejar trascurrir horas en lo que la mente consciente asimila el evento de la manera más benéfica para nosotros y estar en compañía de personas que te apoyen y reafirmen lo que se hizo correctamente, evitando caer en el error de decirle al afectado cosas como "fue tu culpa", "así dios lo quiso" o "debes agradecer que te pasó eso y no algo peor", y otras frases incomprensibles para la victima en ese estado de shock, por el contrario en este estado las palabras más efectivas son las mínimas necesarias, habrá que escuchar y escuchar e incitar a describir lo sucedido con detalle para que nada se guarde en el inconsciente y el único aporte benéfico será "yo hubiera hecho lo mismo que tu probablemente" o "creo que lo que hiciste fue lo mejor" y fraces en ese estilo.
Pero entendamos qué es lo que sucede al experimentar esa situación traumática; en primer lugar habrá que saber que nuestro cerebro está diseñado de tal manera que nuestras emociones y decisiones nos guiarán a buscar aquello que nos produzca placer y evitar aquello que nos genere malestar, dependiendo del nivel de intensidad en la experiencia vivida, nuestro cerebro genera una cantidad de sustancias para activar nuestra memoria en la sensación positiva y en la sensación negativa se llega a bloquear esta memoria, ahora bien si ocurre algo que nos produjo mucho temor, aquello en donde nuestra vida está en peligro y que la experiencia en su totalidad fue negativa, entonces nuestro cerebro desplegará todos los mecanismos de defensa para protegernos y en un futuro evitar este tipo de eventos.
En el estrés postraumático en realidad lo que sucede es que nuestra mente está utilizando sus recursos para mantenernos con vida y a salvo; así que si es necesario creará tal miedo o cualquier otro tipo de síntomas que impidan repetir el suceso, pensemos en la siguiente analogía; supongamos que una persona muy querida por nosotros nos regala un animalito y decidimos tenerlo en nuestro cuarto, pero a la mañana siguiente lo encontramos muerto, en lugar de deshacernos de él decidimos ocultarlo (evitando que nuestro ser querido se entere), al inicio nadie sabrá este hecho y más o menos podremos entrar con cierta tranquilidad a la habitación, pero a medida que pasan los días comenzará a oler mal y tendremos que cerrar la habitación e impedir que alguien entre para evitar ser descubiertos, pero a medida que pase el tiempo, ese animal comenzará a atraer moscas que se convertirán en larvas y gusanos que muy probablemente saldrán de nuestra habitación, así que ya no solo no podremos invitar a alguien a nuestra habitación, sino que ni a nuestra casa podrán entrar y la cosa se agrava más y más hasta volvernos aislados y temerosos de ser descubiertos. Pues eso es lo que sucede con el TEPT, al inicio por seguridad evitaremos situaciones relacionadas con el evento traumático y a medida que esto avance terminaremos por evitar incluso salir a la calle, pero al igual que en la analogía todo se resuelve tirando el animal muerto, y sin importar que tan avanzado esté este asunto, tal vez nos requiera de más esfuerzo pero al final dejaremos limpia nuestra casa y podremos ser libres para invitar a quien sea, así también en el trastorno tendremos que deshacernos de la experiencia traumática entrando en esa habitación que es nuestra mente, enfrentándonos al horror del animal que es el evento y sacarlo de ahí a través de la palabra, como siempre mi sugerencia es acudir al Psicólogo que es el especialista que te ayudará a limpiar esa casa interior.
El TEPT puede producir amnesia, puede producir miedos y recuerdos constantes del suceso, incluso el temor se cuela a nuestros sueños, nos vuelve irritables y controla nuestro pensamiento transformándolos en negativos, apaga nuestro gusto por la vida y nos hace sentir muy mal, claro, todo esto "si nos dejamos". Acude a tiempo a consulta Psicológica recuerda que el mejor momento para hacerlo es ahora, y mucha suerte si ya lo padeces, gracias por leer, como siempre agradezco tus comentarios y sugerencias.