martes, 13 de octubre de 2015

DEL TERROR INSTAURADO Y DE CÓMO LIDIAMOS CON ÉL

CUANDO EL MIEDO TE IMPIDE VIVIR


Se aproxima dos de noviembre y ya la mayoría piensa en ofrendas, disfraces y fiesta, pero este artículo no va de eso, sino del grado de miedo que el ser humano puede llegar a experimentar, ¿te has detenido a pensar cuál es tu peor miedo?

En qué pensamos cuando nos referimos a cosas que nos espantan, ¿la muerte?, ¿alguna fobia?, ¿enfermar?, ¿perder la razón?. En ocasiones el miedo llega a ser tan fuerte que impide avanzar por la vida, michos pacientes experimentan un miedo tal, que han perdido la capacidad de salir, de hacer nuevas cosas, terminar cosas ya empezadas e incluso la capacidad para caminar. No es raro observar a personas que sienten que no pueden avanzar y que se nota al andar, algunos pacientes al llegar a consulta, son incapaces de dar un paso holgado y en su lugar dan pequeños pasos temerosos, pero ¿cómo se genera este miedo?.


En teoría según diversos expertos, el miedo es una evolución biológica que nos ha permitido perdurar como especie durante siglos, sin el miedo seguramente moriríamos más rápido al intentar cosas peligrosas, pensemos por ejemplo que nos encontráramos con una araña venenosa pero que fuéramos incapaces de experimentar el miedo, seguramente la curiosidad nos llevaría a querer agarrarla para sentirla y esto probablemente llevaría a la muerte o a una consecuencia grave, lo mismo sucedería en las alturas y muchas otras situaciones por lo que efectivamente el miedo es algo que nos hace conservar la vida, pero cuando este es exagerado, nos puede conducir a perder la vida también.


Tenemos tres maneras generales de reaccionar ante un peligro y al sentir el miedo: la primera es paralizarnos, este podría ser una buena defensa en caso de que algún oso o felino nos atacara ya que existiría una probabilidad de que no le llamáramos la atención y nos dejara ir, de hecho muchos animales se quedan inmóviles para evitar ser devorados, confiando en su capacidad para confundirse con su medio pero en la vida moderna, este mecanismo para el ser humano ya no resulta ser tan efectivo, debido a que los peligros que enfrentamos en la mayoría de ocasiones son subjetivos.

El segundo mecanismo de defensa ante el peligro, es la huida, esto por supuesto que nos podría liberar del ataque de una araña por ejemplo o de una serpiente y muchos otros animales más lentos que nosotros, también nos podría liberar de una situación de peligro en la época actual, por ejemplo al huir de un asaltante, tendríamos cierta probabilidad de salir ilesos si somos más veloces que él, pero por desgracia ante algo como por ejemplo una llamada de atención por parte de un jefe o por ejemplo una discusión marital, sería inútil huir.

El tercer mecanismo tiene que ver con el ataque, esta es otra forma de ponernos a salvo y es efectiva también en innumerables situaciones por ejemplo ante un ataque sexual y en la naturaleza seguramente también nos defendería de diferentes animales, aunque para el ser humano de hoy en día con tantos preceptos y normas sociales resultaría en ocasiones ser más un problema que una solución debido a que si cada que nos consideráramos en peligro soltáramos un golpe, terminaríamos golpeando a pareja, hijos, padres, amigos, jefes y compañeros por igual y eso sería un verdadero problema.

Teniendo estas tres maneras de liberarnos del miedo, nos podemos percatar que no resultan tan efectivas para la actualidad por lo que el ser humano ha llegado a reprimir el miedo momentáneamente, pero le sucede lo mismo que con las demás emociones al ser reprimidas, la energía no puede salir del cuerpo y se transforma en otra emoción y si este camino tampoco le permite liberarse, ocupa todas las vías posibles para salir del cuerpo como son sueños, mecanismos inconscientes, síntomas de diversa índole y si aún nada funciona, se transforma en enfermedad.

Revisemos entonces lo que sucede con una gran cantidad de personas; primero experimentan situaciones que representan algún peligro subjetivo, por ejemplo, el temor a ser despedido, el temor a que muera algún ser querido, el miedo a hablar en público, el temor al abandono, etc. Debido a que en ninguna de las anteriores situaciones serviría ninguno de los tres mecanismos antes mencionados, entonces la persona simplemente deja de ser consciente de su miedo debido a que no se siente tan fuerte, pero poco a poco se transforma en estrés y con el tiempo se instaura en el cuerpo del individuo, perturbando la salud y comienza entonces a generalizarse, lo que era el miedo al despido, se convierte en miedo a ir a trabajar para posteriormente convertirse en miedo a salir y finalmente miedo a existir (esto para las personas que son altamente susceptibles a este tipo de miedos y que no tienen manera de expresarlos).


Si esto llega a suceder con miedos cotidianos, imagínate amigo lector, lo que sucede cuando se experimenta terror derivado por ejemplo de algún tipo de abuso sexual, de un asalto, de un accidente o más aún de un secuestro, estos terrores, si no se tratan de inmediato en consulta, se transforman aceleradamente en síntomas difíciles de superar; aquí me gustaría darte un consejo y es que cuando uno experimenta algún terror de esta naturaleza o una impresión fuerte, aparte de tomarte tu té amargo, te recomiendo hablar y hablar y hablar lo sucedido aunque esto pueda resultar difícil, pero piensa que entre más lo hables, menos consecuencias negativas existirán para tu salud mental, otra indicación importante es no dormir por lo menos hasta unas seis horas después de lo ocurrido y de ser posible ocho debido a que nuestros mecanismos de defensa comenzarán a trabajar durante la noche para protegernos de lo que ya sucedió y esto a pesar de parecer algo bueno, en realidad lo que hace es guardar este miedo y generalizarlo para que no nos vuelva a suceder, también lo oculta en diferentes órganos y músculos de tal manera que las consecuencias se irán expresando poco a poco pero tan fuertes que en algún momento de nuestra vida, serán verdaderamente insoportables.


Muchos pacientes que atravesaron por situaciones como las mencionadas, no hablaron lo sucedido y solamente le dijeron a la familia que querían estar a solas para llorar y finalmente se durmieron muy pronto, el problema es que cuando llegan a consulta, ya no recordaban el origen de tanto estrés, ansiedad, enfermedad, escisión de la personalidad, apatías, depresión, impulsividad, desánimo, fobias, síntomas fuera de norma, compulsiones obsesivas y la lista es mucho más larga, a este nivel se tiene que hacer un trabajo detectivesco para encontrar el origen de tantos trastornos psicológicos lo cual lleva mucho tiempo en ocasiones y al encontrarlo, se debe realizar un trabajo intenso para poder liberar a la persona de todos esos síntomas que generó el inconsciente para "protegerse a si mismo", o bien un trabajo psicocorporal que requiere de mucho compromiso por parte del paciente, disciplina y años de trabajo, por lo que el consejo es que lo trabajes con un Psicólogo a tiempo.

A estas alturas ya te habrás percatado de lo complicado que puede volverse el cargar con miedos y también habrás notado que la vida de alguien que lleva instaurado el miedo en el cuerpo, resulta ser complicada y tortuosa, ¿piensa ahora en qué tanto miedo cargas?, piensa en ¿qué podría ser diferente en tu vida si lograras liberarte racionalmente de tu miedo? cuáles serían tus logros, piensa en las personas que por miedo no continuaron sus estudios, o no estudiaron la carrera que querían por miedo a no poder con otra, en quien por ejemplo, no consigue una relación sentimental por miedo a sufrir o quien por miedo a la soledad no termina su relación actual, quien por miedo no cambia de empleo, quien no se atreve a realizar cosas nuevas, quien por no sufrir, no se atreve siquiera a sentir, piensa en quien por miedo a sus padres no se atreven a hacer una vida propia o quien por miedo al fracaso, mejor no intentan nada complicado, quien por ejemplo no se atreve a comprar un auto por miedo al accidente o al robo, recuerda que el valiente no es quien no tiene miedos, sino quien se atreve a enfrentarlos.

Recuerda compartir el artículo y ayudar con ello a quienes lo necesitan, ayúdanos en esta labor de difusión para la prevención de la enfermedad mental, ya basta de prejuicios tercermundistas, ya basta de pensamientos como "no acudo al psicólogo porque no estoy loco", "el Psicólogo es para quien no puede solo" o "no le contaré mis problemas a un desconocido", "la ropa sucia se lava en casa", etc, recuerda que la salud mental es asunto de todos y de cada uno, si logramos prevenir enfermedades mentales y emocionales, lograremos hacer mejores espacios, laborales, familiares, escolares y más, nuestro mundo avanza en diversas áreas pero en lo emocional y psicológico estamos aún en pañales por lo que te pido que aportes tu granito de arena tratándote, brindando la ayuda o sensibilizando a los demás, recuerda que una persona sana emocional y psicológicamente, es una persona más empática, más productiva y más feliz, gracias por leerme


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Lic. Psic. Pedro Salvador Cabrera Ramíerez

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