viernes, 23 de octubre de 2015

UN CUENTO DE TERROR PSICOLÓGICO


CUENTO PARA NO DORMIR



Narcolepsia era mi diagnóstico, complicada con epilepsia, esa condición en la que fuera de mi voluntad caía en un aparente trance de muerte, pero que en mi caso me conectaba con otro mundo, un mundo  extraño, un mundo en el que se libraba una batalla de hechicería y en donde mi misma condición de quedar en ese trance ya me había costado perder terreno, mi rival frente a mí transmutado en un humanoide de aspecto tétrico, invisible ante el ojo humano, pero para mi condición narcoléptica, reluciendo como una espesa columna de negrura demoniaca y esos ojos amarillos que miraban sin siquiera dirigirlos hacia mí, en mi mundo humano se hacían todos los esfuerzos por despertarme y me creían víctima de ataques epilépticos cuando en realidad en el mundo de lo espiritual estaba siendo atacado fuertemente por ese ser que pretendía mi desaparición a condición de no estorbarle en sus planes de posesión corpórea, pero esta vez luché mucho más fuerte, sentí como desde mi pecho emanaban descargas eléctricas que se sentían al momento que mi cuerpo físico convulsionaba y las dirigía a ese ser oscuro, logré hacer que retrocediera y en ese momento me oculté detrás de fuertes colores luminosos que en el mundo espiritual hacen confundir la ubicación a cualquier hechicero, pero yo me encontraba herido y tras el último ataque lanzado en contra de ese ser tétrico, mi energía había disminuido considerablemente, de haber tenido cuerpo, me arrastraría por ayuda pero en ese mundo etéreo, solo sentía como mi luz interior se apagaba, amenazando mi existencia y con el riesgo de dejar mi cuerpo humano a merced del hechicero, de pronto lo comencé a percibir nuevamente, se aproximaba hacia mí con la peor de las intenciones, su energía de odio y maldición llegaban hacia mí como intensas oleadas de oscuridad casi audibles, Perservac era su nombre, por fin lo recordaba y con esa arma en contra suya soltaría un nuevo ataque directo y certero capaz de enviarlo al inframundo, siempre y cuando tuviera el tiempo suficiente de recuperar mi condición energética. No obstante, el hechicero se acercaba rápidamente percibiendo mi escaza energía y decidido, odiando, maldiciendo y trasgrediendo cualquier ley física y no física, cuando de repente escuché una voz que repetía mi nombre y sin quererlo y sin poder evitarlo, regresaba lentamente a la consciencia de mi vida humana, aún en estado catatónico, luchaba con todas mis fuerzas por permanecer en ese otro mundo pero inevitablemente me regresaban, -¿Quién es Perservac?, regresa- me gritaban y yo por no gastar más energía, evitaba articular palabras, aún con una visión nublada del mundo espiritual, sentí una fuerte sacudida eléctrica que recorrió toda mi existencia, mi última visión de ese mundo etéreo fue la trasmutación de los colores, antes brillantes y vivos en unos de carácter sombrío, pero mis esfuerzos fueron vanos y desperté en el mundo humano; imaginarán la angustia que sentía de no poder regresar a ese mundo que para mí era más real que el corpóreo, las preguntas giraban en torno a cómo me encontraba, me aseguraban que todo era un sueño y que tomara mi medicamento, con algunos golpes por haber caído en ese estado narcoléptico mientras bajaba las escaleras y con un dolor terrible en uno de mis brazos que por suerte no se rompió, me decían y advertían que no tenía que andar solo y por increíble que parezca, nada de eso me interesaba un ápice, yo como ninguno otro, sabía y valoraba la grandeza de tener una vida humana, porque recordaba largos siglos de la no existencia y sabía que todo ello estaba en peligro, mi rival de otros tiempos amenazaba y quería habitar mi cuerpo, el cual le había quitado yo mismo en derecho a otra alma nueva que intentaba trascender.


Por la noche al llegar a mi cuarto y una vez que me habían dejado solo, comencé a percibir el olor fétido que indica la inequívoca presencia de seres de bajo astral, al instante se inundó la habitación de insectos y la atmósfera se tornó fúnebre, como cuando en un velorio llora desgarradoramente el doliente y hasta los espectadores llega ese sentimiento invasivo y aunque ajeno, imposible de ignorar; perdí por completo mi fuerza y caí nuevamente, mi consciencia estaba en medio de lo humano y lo no humano, a lo lejos escuchaba los desgarradores gruñidos de mi rival, sus eternos conjuros, pronunciados como desde una garganta de animal, mi consciencia era presa de miedo y mi cuerpo paralizado, lo único que acertaba a sentir era mi energía disminuyendo, mis latidos cardiacos disminuían a tal grado que sentía cómo esa vida humana se desvanecía y entonces pude ver a Perservac , esta vez con una quijada desencajada y con la expresión sombría, intentaba interrumpir mi conexión con ese cuerpo ya agonizante y noté el gran abismo en sus ojos, antes amarillos, ahora oscuros y reuní mi último resquicio de energía solo para pronunciar su nombre, pero me fue imposible, noté como lentamente se apoderaba de mi cuerpo y como en un ensueño imposible de evitar, caía yo aletargado hacia el infinito de vacuidad, a lo lejos como una sinfonía orquestada solo con tambores, escuchaba el cuerpo humano latir y cada vez lo escuchaba más lejano, mis esperanzas, mi convicción y mi fuerza habían cedido del todo, pero tomando fuerza de mi voluntad y canalizando mi miedo por el vacío eterno, logré aferrarme a mi antiguo cuerpo y permanezco desde entonces como un leve murmullo en el torrente de pensamiento del que en algún momento fuera mi mente, hoy cuando reúno energía, le grito con fuerza desde el fondo de su inconsciencia “Perservac, te estaré esperando” y en sus sueños me le presento como la peor de las pesadillas, trasmuto en seres demoniacos con la intención de desgastar su voluntad e impedirle el descanso, todo con la intensión de recuperar la dicha de tener una vida, la dicha de sentir, la dicha de volver a amar y durante el día le robo su energía y la almaceno para mí, lo confundo en sus ideas y lo acecho en todo momento, siempre con el ansia de existir. FIN

Lic. Psic. Pedro Salvador Cabrera Ramíerez

Sígueme en este blog y descubre más aplicaciones de la 
hipnosis y algunas otras cuestiones sobre psicología, 
si tienes algunas dudas o quieres que hable sobre algún tema
en particular, déjame tu comentario y pondré empeño en atenderlo

No hay comentarios.:

Publicar un comentario