CUANDO AL GANAR PERDEMOS
Las parejas desde antes de formarse, se encuentran en constantes ajustes para la distribución del poder, esto es un proceso totalmente normal ya que marcará el llevarse bien o mal dentro de la pareja y establecerá los futuros roles a desempeñar; pero ¿qué sucede cuando ambos quieren tener el poder y/o control sobre el mismo tipo de aspectos?. Cuando ninguno está dispuesto a ceder, pero ambos desean continuar la relación, entonces se emprende una batalla uno contra uno y esto no siempre resulta bien.

Ahora bien, pensemos en esta persona hipotética relacionándose con otra persona con el mismo tipo de personalidad, la consecuencia será una catástrofe ya que ambos estarán seguros de tener la razón sobre casi cualquier punto y debido a sus autoestimas bajas, no serán capaces de reconocer sus errores ya que esto representaría sentirse muy mal, ya que lo único que les genera autoestima es el poder y si lo pierden, entonces pierden todo. Las discusiones entre ellos no las podrán terminar hasta ganarlas, implique lo que implique y en la mayoría de discusiones importantes se jugará no solo con las ideas y argumentos, sino también con los chantajes emocionales y finalmente con el hecho de seguir o no en la relación, por lo que este tipo de relaciones terminan y regresan constantemente pero al momento de regresar, el punto de discusión continúa en debate (nadie ganó) lo que tarde o temprano genera nuevamente la discusión que termina otra vez con una separación. Estas personalidades no son capaces de pedir perdón y si lo llegan a hacer, no es una disculpa sincera, sino solo una estrategia más del tipo "yo tengo la razón porque soy capaz de disculparme".

Esto que comento es una caso extremo que en muchas ocasiones lleva a las parejas a subir el nivel de las discusiones. En muchas ocasiones me han comentado que si se tiene ganas de discutir y la otra persona no se presta, sienten una frustración tremenda y suben el nivel de insultos o provocaciones hasta conseguir una discusión (casi siempre lo logran hablando mal de la madre del otro), algunas ocasiones las parejas se dedican a hacer comparativos con relaciones pasadas e incluso con gente desconocida que simplemente pasa por la calle, muchos en estas circunstancias entienden los celos como forma de amor lo que complica aún más la relación.
Si estás inmerso o inmersa en una relación en disputa por el poder, piensa que en ocasiones es mejor perder una batalla que la guerra y en términos de pareja, hace mejor a ambos incrementarse su autoestima de otras maneras que a través de la pelea; por ejemplo, señalando lo positivo que el otro tenga, en una discusión darle la razón al otro en los puntos en donde la tenga y en los que no, simplemente pedir foro para ser escuchad@, recuerda que tu propia autoestima también está en juego y por ello te pido hacer la siguiente reflexión: después de una pelea ¿realmente sube tu autoestima de manera permanente?, tal vez encuentras que pierdas o ganes, el sentimiento es igual de negativo. Es muy difícil cuando se maneja una autoestima muy baja el dejar que la pareja realice actividades en las cuales se sienta bien a solas o en compañía de amistades o desconocidos, pero habrá que reflexionar en este punto ya que el que la pareja se sienta bien aumentará su autoestima, lo que disminuirá el deseo de pelear, lo que al final aumentará el autoestima de quien permite el esparcimiento del otro o la otra.

Recuerda compartir el artículo para poder llegar a más personas y prevenir futuros problemas y divorcios, saludos y gracias por leer.
Lic. Psic. Pedro Salvador Cabrera Ramíerez
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