miércoles, 9 de septiembre de 2015

SOBRE EL PROCESO DE DUELO


Las pérdidas son de las situaciones más difíciles de superar en la vida, ya sea que hayas perdido a un ser querido o una relación de pareja, incluso tu empleo o cualquier cosa importante para ti, algunas de estas pérdidas parecen insuperables y cuando esto sucede, la persona que lo sufre pierde las esperanzas e incluso el gusto por la vida, desarrolla mucho enojo y llega el momento en que esto se vuelve insoportable para los demás e incluso para el mismo doliente, por lo que sin querer comienza a sentir que ya nada vale la pena y se puede llegar a sumir en una apatía difícil de superar, es por ello que en esta ocasión te quise platicar acerca del proceso de duelo y de cómo otras personas han logrado superar estas pérdidas, reintegrándose a sus vidas renovados e incluso con más deseos de seguir adelante.

Primero que nada es importante saber que quien enfrenta un duelo atraviesa por un proceso con una serie de etapas el cual, de ser llevado adecuadamente, termina en una tranquilidad, muchos autores identifican diferentes etapas en este duelo y las enumeran desde cuatro o cinco pasos hasta seis u ocho, pero en lo personal te contaré las etapas que más he notado en mis pacientes y cómo es que se han podido superar cada una de ellas.

La primera es la Negación, esta primera etapa que en muchas ocasiones se deriva de un shock traumático, se caracteriza porque el doliente no acepta la pérdida, a pesar de que sabe que esto ya sucedió, simplemente su mente inconsciente no puede aceptar dicho suceso, esto incluso llega a provocar enojo en otras personas que al ver por ejemplo a un familiar que no llora en un velorio creen y murmuran que no le ha dolido dicha pérdida, incluso aveces esto también perturba a la propia persona que se puede llegar a cuestionar si en verdad quería o no a ese ser que acaba de perder, llámese que haya muerto o simplemente que terminó una relación. En la mayoría de los casos esto dura poco tiempo (menos de un par de días) pero en otros casos esto se puede prolongar hasta llegar a ser insoportable, tomemos como ejemplo el no aceptar que una relación de pareja ha llegado a su fin, la persona que siente esto, no puede continuar con su proceso de duelo y lo vive como una heria fresca imposible de sanar, muchos pacientes han necesitado de hablar con la persona en cuestión a fin de asegurarse que ya no habrá marcha atrás, otros deben hacerse conscientes de esta pérdida y obligarse a sí mismos a aceptar este hecho a pesar del dolor que se pueda experimentar, algunos otros han tenido que ir a la tumba de su ser querido a hablar con este y poderle decir que finalmente están dispuestos a dejarlos ir.

La segunda etapa es el Resentimiento, aquí el doliente siente mucho enojo en contra de la persona, situación o cosa que perdieron, el enojo es algo totalmente natural en el proceso de duelo y en el caso específico de la muerte de algún ser querido, se llega a experimentar dicho enojo por "haberme dejado", "por haberse muerto", "porque no se cuidó", "porque no pensó en nosotros" y un gran etcétera, en el caso de duelo por divorcio o separación, el enojo va ligado a "me hizo tanto daño", "porque no puso empeño en la relación", "por todo lo que me hizo o nos hizo", incluso "por no saber quererme", etc, mientras que en la pérdida de un empleo, las menciones pueden rondar acerca de "no me valoraron", "por no ver que yo era un elemento valioso", "no pensaron en mi familia", etc. Esta etapa al igual que las demás puede ser transitoria o puede arraigarse en el individuo a tal grado de afectar toda su vida durante muchos años; seguramente conocerás amigo lector a alguna persona de las que llaman "amargadas", personas que parecen estar resentidas con el mundo entero y que creen ver en todos y en todo una fuente de afrentas y por lo tanto se sienten atacados todo el tiempo, pues bien, este es un claro ejemplo de un duelo no superado y estancado precisamente en esta etapa. Muchos pacientes sienten también mucha ira en contra de ellos mismos y muchos sienten el enojo en contra de familiares u otras personas involucradas siendo en ocasiones un coraje desmedido ante la acción que estos puedan haber realizado, lo cual no es más que parte del mismo proceso de duelo.

Entre las maneras de solución que muchos pacientes han podido conseguir, están el hablar directamente con la persona cuando esto es posible, hablar simbólicamente con la persona o personas de que se trata y realizar alguna carta profunda y sincera, en donde se exprese la ira sentida y en donde de paso al perdón tanto de la persona por la que se enfrenta el duelo como el perdón a sí mismo.


La tercera etapa del proceso de duelo es La Culpa o Remordimiento, en muchos casos el paso anterior da lugar a este debido a que al sentir enojo en contra de alguien a quien quisimos genera culpa por este sentimiento, no obstante es una etapa por la que tenemos que atravesar cuando se trata del duelo, es aquí en donde la persona puede sufrir más y desgraciadamente también aquí es en donde más enfermedades se pueden desarrollar dependiendo del grado de culpa que se experimente; muchas personas expresan sentir culpa "por no haber hecho más" a pesar de serles imposible, muchos comentan: "si hubiera hecho algo diferente", "si me hubiera dado cuenta a tiempo", "si no hubiera hecho esto o aquello", etc, lo cierto es que en la mayoría de las ocasiones se va a experimentar este sentimiento a pesar de haber hecho todo lo que estuvo en las manos de la persona.

También hay casos en donde de verdad la responsabilidad sobre el hecho al parecer existe, por ejemplo cuando se le negó atención, cuidados, o en donde en realidad si se pudo haber evitado la pérdida; si tu estás pasando por este proceso, pregúntate acerca de los motivos de haber actuado de esa manera, ¿en realidad deseabas tener esa pérdida?, si es así ¿cuáles eran tus motivos?, de esta manera encontramos a pacientes que han podido superar esta etapa dándose cuenta que no era su intención el perder a dicha persona, situación o cosa y que simplemente no quisieron tomar como posibilidad la pérdida, en muchos casos debido a que el pensar en que de verdad se puede perder lo querido se vivió como una manera de desearlo y se prefirió no contemplarlo como una posibilidad real.


La cuarta etapa del proceso de duelo es el Miedo, aquí la persona teme a diversas cosas, tales como volver a tener que enfrentarse a más duelos, no conseguir una relación en el futuro, miedo a no superar su duelo, miedo a la propia muerte o la de algún familiar más cercano o más querido, etc. Esta etapa también puede a llegar a extremos en donde se acompañe de ansiedad a tal grado de llegar a experimentar miedo incluso de salir a la calle y la persona termina recluida en su propia casa o habitación.

En muchos casos la persona inconscientemente se comienza a alejar de sus seres queridos como si de esta manera se previniera para no volver a sentir duelo, en el caso de pérdidas de pareja, muchos individuos se comienzan a ligar a relaciones que inconscientemente saben que no durarán y de esta forma evitan enamorarse también, el miedo puede llevar al aislamiento, a la inactividad y a no querer continuar con la propia vida, es aquí recomendable tomar coraje y resignificar tu pérdida, muchos pacientes superan esta etapa aumentando su autoestima, algunos enfrentándose a su miedo en la medida de lo posible, y otros más recurren a platicar simbólicamente con su objeto, situación o persona, con la finalidad de comprender que el duelo es parte de la vida y que estamos todos expuestos a esto, pero que el optar por no vivir, no sufrir o no continuar es algo que nos llevará a sufrir más aún prolongando nuestra agonía y nos impedirá disfrutar la vida y a las personas. Muchos descubren que el ligarse incluso con más fuerza a sus seres queridos ayuda a superar el duelo presente y previene y hace más llevadero duelos futuros ya que en el fondo se tiene un sentimiento de haber aprovechado y disfrutado de la persona, situación o cosa en cuestión.

La quinta etapa tiene que ver con La aceptación, en este punto y habiendo superado los anteriores, el individuo logra aceptar la pérdida y si bien sigue doliendo, ya puede continuar normalmente con su vida y actividades, en este punto las personas entienden que no hay manera de regresar el tiempo ni de haber hecho algo distinto, es decir, saben que este evento es parte de su pasado y logran entender que si fue difícil superar este proceso es precisamente porque la persona, situación o cosa que perdimos tenía gran importancia e influencia en nuestra vida, en esta etapa la persona obtiene un grado de experiencia superior en cuanto al duelo y muchos de los pacientes eligen esta etapa para proponerse nuevas metas y nuevos objetivos en virtud de honrar esta pérdida.

Finalmente está la etapa de Tranquilidad, esto no quiere decir que se olvide la pérdida, más bien quiere decir que se ha podido superar, es en este punto en donde el individuo se relaciona normalmente con su entorno, continúa su camino por la vida y solo en ocasiones especiales llega a experimentar algo de nostalgia por su duelo, sin llegar a ser esto algo que le impida realizar su vida de manera normal. Desgraciadamente en muchos de los casos que me ha tocado atender, la persona ha esperado por años padeciendo su duelo y esta etapa de tranquilidad no ha podido llegar debido a que la persona no había acudido a un Psicólogo y habían permanecido inmersos en cualquiera de las etapas anteriores, es por ello que el día de hoy te invito a que si estás atravesando por un proceso de duelo no resuelto, acudas a un especialista y termines de elaborar adecuadamente tu proceso para poder continuar con una vida de calidad.

Muchas personas han optado incluso por el suicidio al sentir insoportable su pérdida, pero me gustaría decirte que si estás considerando esto como una opción, en realidad lo que harás tendrá una serie de consecuencias en cadena para tus seres queridos, como cuando dejas caer una piedra en un estanque sereno, las ondas en consecuencia se pueden expandir incluso por generaciones, mejor busca ayuda, es normal sufrir por una pérdida pero si lo sientes insuperable, entonces es tiempo de recibir ayuda.

Yo sé que el tema es muy amplio y hay muchos detalles que no toco en esta ocasión pero si estás atravesando por un duelo, deseo de corazón que puedas superarlo pronto, admiro tu valor por estar buscando opciones al leer este artículo y agradezco tu tiempo que dedicaste a leerme; comparte este blog si sabes de alguien que requiera de esta información, si aún no me sigues hazlo para que puedas enterarte de más temas de psicología e hipnosis, una manera fácil es colocando tu correo electrónico en la parte superior del blog y presionar "submit" y seguir las instrucciones, otra es seguirme a través de Google + o hacerte amigo en Facebook de Picología, Salud, Integración, Comunidad PSIC


Lic. Psic. Pedro Salvador Cabrera Ramíerez

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